La comunicación con las familias

El vínculo familia-escuela es uno de los temas que han formado parte del debate en educación. Desde la idea de formar una alianza entre ambos hasta la necesidad de establecer una complementariedad, se han ido modificando posicionamientos, supuestos y concepciones.

La relación entre la escuela y la familia es muy importante para el avance de los aprendizajes de los niños. La escuela es un contexto en el que las relaciones interpersonales son inevitables, un lugar de encuentro e interacción constante entre docentes, alumnas, alumnos y sus familias.

Existen evidencias de que los alumnos mejoran el rendimiento cuando la comunicación entre sus padres y los maestros es fluida y existe respeto mucho. Esta relación se cuida desde la comunicación de una entrevista, de un acto, de una salida educativa.

Actualmente entendemos por familia a quienes tienen un vínculo afectivo, viven bajo un mismo techo y son las personas que tienen a su cargo el cuidado y educación de niños/as y jóvenes.

Las familias de nuestro país vienen atravesando una serie de transformaciones producto de crisis sociales, económicas, políticas y culturales en los últimos tiempos. Las familias han tenido que adaptarse a distintas realidades y a su vez la escuela a las familias. Así cada institución educativa en los diferentes contextos sociales donde está inserta presentan sus propios matices y rasgos peculiares.

El modo en que se van desarrollando las relaciones entre escuela y familias conllevan implícitamente una serie de demandas cruzadas, acuerdos y desacuerdos, tensiones y múltiples conflictos que han ido configurando a este vínculo como una problemática a atender.

Podemos decir que la educación se da, en general en dos escenarios: la casa y la escuela, por lo cual, para favorecer el aprendizaje será necesario que exista una relación de complementariedad entre ambas. Según Bronfenbrenner (1987) esto sucede si se establecen relaciones de confianza mutua, se consensuan metas y se genera un equilibrio de poderes en pos de la educación integral de los/as alumnos/as.

Según la Real Academia Española, Comunicar es “conversar tratar con alguien de palabra o por escrito”. Informar es “Enterar o dar noticia de algo”. Es decir, cuando comunicamos hacemos partícipe al otro, establecemos una relación. Sin embargo, cuando informamos trasladamos unos datos sin importarnos lo que haga el receptor con ellos. La mayoría de las escuelas se mueven todavía en un plano informativo, más que comunicativo.

Cada una de estas comunicaciones debe ser realizada a través de canales oficiales. La informalidad de mensajes permite la inmediatez, pero no la seriedad que la comunicación necesita. Puede prestarse a confusiones. Por ello, es fundamental acordar entre todos como se comunicarán con las familias, a través de qué medio: telefónicamente, correo electrónico, nota formal a través del cuaderno de comunicaciones, etc.

Es fundamental ser claros en lo que queremos comunicar desde la escuela, se debe reflexionar hacia adentro de la institución sobre lo que comunicamos y de qué modo. Hay que romper con una vieja tradición que los padres van a la escuela por “algo malo”. Creemos que es muy importante generar una cultura de las buenas noticias.

En definitiva, para una comunicación eficaz es necesario planificar los mensajes, escoger los canales y preparar los contenidos y sobre todo pensar en el interlocutor. Una vez enviada la comunicación para una entrevista se debe planificar la reunión, con objetivos claros.

¿Qué detalles se deben tener en cuenta para mejorar la comunicación?

 

  1. Escucha activa: es muy importante prestar atención a lo que la otra persona está aportando, porque incluye información que podría ser relevante.
  2. Cuidado con las formas: “lo que está bien dicho está bien escuchado”. No se trata tanto de evitar nombrar ciertos aspectos, sino ser correctos con la expresión verbal.
  3. Economía de tiempo: ser concretos con lo que se desea tratar.
  4. Realizar un acta con las frases tal cual son expresadas por el padre, madre o adulto responsable, sin hacer una interpretación de las mismas.

 

¿Y en tiempos de pandemia como mejorar la relación familia-escuela?

Más que nunca el vínculo entre las familias y la escuela debe fortalecerse. Nunca tuvimos un escenario igual, donde la familia ocupa un lugar de privilegio. Necesitamos más que antes la colaboración de las familias. Este escenario pone a las familias en un lugar protagónico sobre todo con los más pequeños del sistema educativo.

El apoyo por parte de las familias en los hogares es fundamental. Por ello, se hace necesario establecer acuerdos explícitos de cómo la escuela espera la colaboración de las familias en estos tiempos de educación dual.

Se hace necesario que a la hora de planificar el/la docente prepare una guía para que el adulto que acompañe la educación de la/o alumna/o comprenda como es el recorrido de las actividades. ¿Cuáles son presenciales, cuáles virtuales? ¿En qué tiempo y con qué recursos se espera que se resuelvan? ¿Cuál será el modo de evaluar?

Tener claro estos aspectos permitirá que el acompañamiento de las/os alumnas/os sea efectivo.

Para ello habrá que comunicar esta guía de un modo claro y accesible. Será necesario realizar reuniones con las familias de modo virtual para llegar a cada una. También habrá situaciones que requieran comunicarse de manera individual con algunas familias cómo ocurre normalmente en las instituciones.

 

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